Entrevistamos a Víctor Cros,  que recientemente ha pasado el coronavirus jutno con su familia, situación complicada cuando además su mujer estaba embarazada de 7 meses y medio.

Nuestro compañero trabaja en el Complejo La Finca Resort, que consta de tres campos: las Ramblas y Villamartín, campos que lleva Víctor, ambos par 72 y muy cerca el uno del otro. El tercero, La Finca, que lo lleva su compañero José Martínez.

 

  • Esperando tu segundo hijo sufrís el contagio, ¿puedes contarnos como sucedió todo? 

Mi mujer y algunos de sus compañeros se ponen malos en el trabajo, no saben muy bien cómo se contagian. Ella se sentía cansada, con dolor de cabeza, síntomas que achacaba a su estado. El día antes de San José yo pasé mala noche, me sentía raro, no pude dormir bien, con dolor de piernas sobre todo,  pero me levanté al día siguiente bien. Ese día es festivo en Valencia, no fui a trabajar.

El viernes fui al trabajo normalmente pero esa noche volví a pasarlo mal. El fin de semana, mi mujer perdió olfato y gusto. Ya pensábamos que pudiera ser coronavirus. El domingo tuve algo de fiebre y el lunes no fui a trabajar y me fui al centro de salud, donde me dieron dos semanas de baja y me dijeron que no saliera. Prueba no me hicieron porque no las había y seguían ese protocolo.

Confinado sin salir para nada, como casi todos. A mi mujer si le hicieron la prueba a mitad de semana, por estar embarazada, y dio positivo. Las sospechas que tenía se confirmaron.

Tuve fiebre, al principio por la tarde noche, a los 3-4 días de forma continua, acompañado de mal cuerpo, mareo, la sensación era extraña, nueva para mí, no había tenido nada parecido. A los 9 días seguía con fiebre y vino el médico a casa, ataviado como si fuera un astronauta, por las medidas de seguridad, y me mandó al hospital a pesar de no ver nada raro. Allí me hicieron una placa, tenía principio de neumonía bilateral. Me pasé el día en urgencias y luego me subieron a planta. En un día empecé a notar que me ahogaba si no estaba acostado o sentado, avanza muy rápido. Me pusieron los antivirales de la malaria, la famosa hidroxicloroquina, más antivirales del VIH y azitromicina, un antibiótico, que era el tratamiento que empezaron a usar. Ahora se trata diferente pero yo me infecté muy al principio y eso era lo que ponían.

La verdad, tras el tratamiento empecé a mejorar rápido pero a pesar de eso, es largo de curar….tuve que estar casi 17 días en el hospital hasta que las analíticas dieron parámetros normales. Después de salir del hospital el protocolo era permanecer otras 2 semanas más de baja aislado en casa. Me hicieron la prueba PCR nuevamente y ya salió negativo. En total estuve casi 40 días de baja.

  • ¿Cómo estáis ahora todos?

Estamos todos bien, ninguno hemos tenido ningún problema después. Me han hecho un par de revisiones y no hay secuelas, pero bueno, siempre sientes un poco de incertidumbre pues no se sabe muy bien qué es lo que ocurre si lo has pasado, si te puedes volver a infectar o no…Esperemos que pronto salga la vacuna.

 

 

  • ¿Cómo has gestionado tu trabajo desde los días que estuviste ingresado en el hospital?

Pues la verdad que desde el hospital poco pude hacer, se encargó mi compañero José.

  • ¿Cuál era tu mayor preocupación al no poder ir al campo cada día?

Siempre es una preocupación no poder estar en el campo, además de que lo que estábamos viviendo no era lo habitual, los campos cerrados, íbamos a aprovechar para hacer una serie de reformas y claro, no pude estar. José se encargó, con los encargados y con el planning que llevamos junto con Surtec, de ir haciendo, evaluando y gestionando todo lo que se iba llevando a cabo.

  • ¿Tuviste que tomar alguna medida con tu equipo tras tu contagio?

Al principio decidimos no contar nada porque tampoco sabíamos muy bien que suponía, hasta no tener la prueba tampoco era muy necesario. Ya estábamos tomando medidas de seguridad, no usábamos el comedor, procurábamos estar siempre en el exterior, uso individual de los vehículos, uso de mascarillas en las zonas comunes y de guantes, gel hidro alcohólico en todas las entradas y desinfección de maquinaria diaria y después de cada uso de cada compañero con solución con lejía.

Sí me gustaría decir que, si las cosas se hacen bien, es muy fácil no contagiarse. Nosotros trabajamos en el campo, y eso ayuda, pero no hay que bajar la guardia.

  • ¿Cuál es la clave para que tu equipo siga funcionando aún en tu ausencia?

La clave fundamental es la formación de tu equipo, cuanto más y mejor formado mejor salen las cosas. Nunca eres indispensable, la realidad es que tienes que estar, pero si tu equipo está preparado todo es más fácil en caso de no estar.

  • ¿Cómo estáis llevando ahora el día a día respecto a medidas de higiene etc. ?

Todo el que llega lo hace con su mascarilla, se desinfecta las manos, sale al campo de manera individual y ahí sí se puede quitar la mascarilla. Cualquier herramienta que use la desinfecta al acabar, los vehículos, si se produce un cambio siempre se desinfecta, si no, se hace al final de la jornada, cuando se desinfecta toda la maquinaria de arriba a abajo para que al día siguiente este lista.

  • ¿Qué recomendaciones darías a tus compañeros de Asociación respecto a la COVID?

Que se lo tomen en serio, que no es broma. Yo soy joven, sin patologías, y me infecté. Si se siguen los protocolos no tiene por qué haber ningún problema, por favor, mascarilla en zonas comunes, lavado frecuente de manos, desinfección de toda herramienta y maquinaria y, si se puede, mejor todo fuera y de manera individual, cuanto menos contacto mejor.

  • Hablemos de tu carrera, ¿Qué le lleva a iniciarse en el mantenimiento de superficies deportivas?

Soy Doctor Ingeniero Agrónomo, trabajé un año en Italia, dos meses en Cambridge,  y no veía muy claro hacia donde enfocar mi carrera. En ese momento, Polaris estaba construyendo campos en Murcia y me enteré de que había un máster de Golf en la UEM, Universidad Europea de Madrid. Era de gestión pero había una parte agronómica, visitamos algunos campos y tuve claro que me gustaba.

  • ¿Cuál es tu formación? ¿En qué campo comienza dicha experiencia? Háblanos un poco de tu trayectoria.

Conocí a la familia Jiménez, a Victoriano y su padre Pedro, que estaban gestionando Lo Romero Golf, en el Pilar de la Horadada, y empecé a trabajar con ellos como jardinero, desde abajo, para conocer bien la profesión. Allí estaba de Greenkeeper José Martinez. Al año cogimos la gestión de un campo nuevo de 9 hoyos, se llamaba UGR de La Tercia y me encargué yo de su gestión. Esa experiencia me vino muy bien.

Durante esa época, la empresa construyó Corverá Golf, y estuvimos  mi compañero José y yo en el growing semanalmente, nutriéndonos de esa experiencia.

En el 2011 nos fuimos a la obra de Nicklaus para La Moraleja, los dos campos nuevos, 3 y 4, en Soto del Mozanaque (Madrid). Estuvimos dos años, también con Pablo Muñoz y Luis Cornejo, de Surtec, trabajando codo con codo. Ese fue un proyecto grandísimo, un gran reto personal y profesional. Siempre agradecido a haber estado allí aunque fueron dos años durísimos.

Después volvía a Lo Romero Golf y en el 2015 llegué al complejo de La Finca Resort, de la familia Pedrera.

 

  • ¿Cuál ha sido el reto profesional más importante de tu carrera?

Sin duda la obra de los campos 3 y 4 de la Moraleja, en Soto del Mozanaque. Fue una gran experiencia y actualmente también lo es mi trabajo en el complejo La finca Resort, donde no hay tiempo para aburrirse…jajaja

  • ¿Cómo es tu equipo de trabajo? ¿Cómo organizas el trabajo?

En las Ramblas hay 9 trabajadores, aunque es pequeño, una 30 ha, es complicado por los desniveles que presenta. El equipo se conforma de asistente, mecánico, fontanero y jardineros. Es un grupo bastante completo, casi todos saben hacer de todo y varios están cualificados para tratar.

En Villamartín son 13 personas, asistente, mecánico, dos regantes y jardineros, un equipo bien formado que incluye también varios cualificados para tratar.

  • Víctor, haznos un resumen de las características principales del campo.

Este campo, Villamartín, es referente en la Comunidad Valenciana. Campo con solera, del año 72, diseñado por Putmann. Es un recorrido sin excesivas pendientes, con algún hoyo ciego, en aquella época la maquinaria no era capaz de mover tanto volumen de tierra, los diseños se adaptaban más al terreno. En general es un campo plano y los greenes son amplios. La vegetación mediterránea, campo frondoso, de gran belleza, con grandes pinos, que presenta alguna dificultad en algunas zonas.

En calles y rough hay bermuda, mucha mezcla, en algún momento se han hecho resiembras, anteriormente. Viene siendo una grama común que en invierno sufre mucho, se viene mucho abajo. En antegreenenes y greenes hay fundamentalmente poa, con alguna mezcla de agrostis pero básicamente poa. Los tees, la mayoría son de bermuda y los más sombreados tienen mezcla de bermuda con raygrass y en invierno se resiembran.

Es un campo que no se ha reformado, y el riego lo mismo, de hace 50 años, manual, muy pocos aspersores en el campo, con 30m de separación, con el calor del verano, greenes de poa…se padece mucho. El agua de riego es regenerada.

No se juegan muchos campeonatos, algunas casas comerciales hacen, pero durante el año no se juegan mucho. En el año 97 se jugó una prueba del Tour europeo, el Open Mediterráneo, que ganó Olazabal.

Animo a todo el mundo a que venga a visitarnos, es una referencia a nivel nacional.

El campo de Las Ramblas es totalmente diferente. Del año 91, también posee una vegetación espectacular. Su diseño resultó difícil de encajar y lo logró Pepe Gancedo, que de manera magistral encajó el campo en un pinar impresionante y lleno de ramblas. El terreno muy arenoso, corto pero complicado de jugar, muy divertido, gusta mucho, prueba de ello la cantidad de jugadores que nos visitan. No es un campo fácil, no para toda la bolsa, usar el drive es para jugadores muy finos.

Tenemos Bermuda princess en calles, rough y tees, en invierno se resiembran los tees, algunos de ellos, por la sombra, son de festuca. Los greenes y antegreenes son de agrostis L93 y actualmente se están resembrando de T1.

El jugador mayoritario, en ambos campos, es inglés y nórdico. Al ser un campo comercial no hay mucho campeonato

  • ¿Cómo ve la situación actual del sector del golf?

Complicada, desde luego, parece, por todo el tema de los rebrotes que están sucediendo. Nosotros dependemos mucho del jugador extranjero y fíjate esta semana con la imposición de la cuarentena a los ingleses a su vuelta de España…etc.

Toca esperar a ver cómo se presenta la próxima temporada alta.

  • Agradecimientos.

En esta vida hay que ser agradecido, en primer lugar a Pedro Jiménez y a su hijo Victoriano. Les tengo un cariño especial, ellos fueron los que me dieron la oportunidad de entrar en este sector tan bonito.

A mi compañero y amigo José Martínez, un profesional como la copa de un pino del que he aprendido muchísimas cosas buenas, y malas…jajajajaja.

Y por supuesto a mi familia, por todas las horas robadas, que han sido muchas.

 

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