Antonio Blanco García del Pino, Grounds Manager del Real Valladolid Club de Fútbol y Premio Groundsman 2023 nos concede una entrevista en la que nos cuenta su experiencia.

¿Cómo te has sentido al recibir este premio?

Muy buenas, un saludo a tod@s. Tras la sorpresa inicial, he de decir que me sentí tremendamente halagado al ser un reconocimiento procedente de los compañeros de gremio.

Como anécdota, el anuncio me llegó exactamente cubriendo por primera vez un entrenamiento de la Selección Española de Fútbol en Zorrilla.

Estaba muy contento, pues acababa de recibir geniales críticas y felicitaciones por el estado del campo por parte de la Selección y la prensa allí congregada, ya que se había generado una gran expectación por cómo encontraría el campo La Roja, tras haberse entrenado y jugado un partido de Segunda División allí 12 horas antes, y entonces me llegó la llamada informando del premio. Fue una conjunción preciosa, coincidir tener a la Selección asombrada por el campo y en ese momento anunciárseme que había ganado el premio…, un momento top profesionalmente que guardaré para siempre en el recuerdo.

 

¿Cuál crees que ha sido la clave para recibirlo?

Me gusta pensar que ha sido porque hayamos conseguido demostrar haber tenido una de las mejores superficies de fútbol del país en el último año, pues pongo todo mi empeño diario en limar cada detalle y superarnos cada día en calidad en busca del campo de fútbol ideal para el juego.

Algún compañero del “jurado” me comentó que también pudiera haber sumado en la decisión, la trayectoria, y el crecimiento del Departamento que dirijo en el Real Valladolid CF; pero lo que más ilusión me hace, como digo, es que la razón hubiera sido lo que comento al principio: los resultados.

 

 ¿Cómo empiezas en el mantenimiento de superficies deportivas?

Por alguna razón, siempre me ha entusiasmado observar un césped bien mantenido. Quizá porque en mi adolescencia como jardinero aficionado nunca conseguí mantener el de mi casa decentemente, y mira que le di vueltas… Creo que ahí comenzó todo, así que, tras estudiar Ingeniería Técnica Agrícola, quise especializarme en aquello en que podía pasar horas haciendo y disfrutando, por si me podía ganar la vida con ello. Y empecé a buscar la manera…

Busqué un postgrado en España, que me llevó a la Costa del Sol, a la mayor concentración de grandes profesionales y campos de golf del país (Dirección de Mantenimiento de Campos de Golf de EADE) y me empeñé en realizar 9 meses de prácticas no remuneradas en el reconocido mejor campo de Europa continental, el que más destacaba por su mantenimiento, el Real Club Valderrama. Fue una época de aprendizaje idílica para un entusiasta del césped.

A partir de aquí, el resto es historia, pasando por varios campos de golf de España y Europa, hasta que en el 2015 pruebo el mantenimiento de fútbol en Portugal, y se me abre una nueva ventana apasionante que me tiene más enganchado cada día desde entonces.

¿Sientes el cariño de tus compañeros?

Totalmente, tengo grandes amigos en el sector que me brindan su apoyo y amistad. Tanto groundsmen como greenkeepers, también técnicos y comerciales; hay muy buena gente dedicándose a esto, dentro y fuera de España.

Creo que es muy sencillo conectar prácticamente con cualquier compañero cuando se comparte la misma pasión, los mismos intereses y problemas, las mismas inquietudes. Cuando he tenido algún problema con el campo, sonado, ya que el fútbol es un gran altavoz, he sentido la empatía y apoyo de una buena parte de los colegas.  Lo mismo ocurre por mi parte cuando el problema lo ha tenido un compañero.

Con algunos de los groundsmen más técnicos, es con quienes tengo un contacto más estrecho y continuo, y pasamos mucho tiempo charlando y debatiendo sobre teoría y el día a día del sector. También hacemos viajes, siempre nos apoyamos y nos ayudamos a crecer.

En general, creo que es un sector bastante sano, lleno de gente que ama lo que hace, y disfruto mucho del ambiente cuando nos juntamos para eventos, viajes y visitas a instalaciones.

¿Qué papel crees que juega la figura del groundsman en el sector?

Es evidente que el sector del mantenimiento en fútbol, de unos años para acá, ha sufrido un despegue muy importante en su desarrollo. Se ha profesionalizado desde que las ligas comienzan a exigir a los clubes calidad de campo en los estadios, condicionando a ella la entrega de cierta parte de los ingresos por derechos televisivos.

Esto ocurre a la vez que el fútbol como deporte se está haciendo día a día más técnico en todos sus aspectos. Uno de ellos, quizá de los más tardíos en cuidarse, pese a ser de los más importantes, es el de la profesionalización para la mejora de la calidad de las superficies donde el propio deporte se juega y se entrena. Si el escenario no es adecuado, los deportistas no podrán rendir al máximo y perder rendimiento de un deportista actualmente es una pérdida económica muy elevada para los clubes.

La evolución del fútbol no se trata sólo de los jugadores, también es la del campo. Hoy en día el jugador da más pases, corre más distancia, hace más sprints, etc., para lo que se necesita campos acordes a estas necesidades y que disminuyan el riesgo de lesión. Atrás quedaron aquellos campos de arcilla que acababan embarrados, para dar paso a campos en base de arena, cuyo manejo y construcción se vuelve multifactorial y de mucha mayor complejidad.

En este cambio o más bien revolución de los terrenos de juego, ha sido y es clave la entrada en los clubes de profesionales de perfil técnico, con conocimiento en la materia o provenientes de mantenimiento de golf (disciplina hasta ese momento más desarrollada) que tras un proceso de adaptación y aprendizaje adquieren las exigentes capacidades que requiere el mantenimiento de fútbol.

El groundsman* o groundskeeper*, (*Director de construcción y Mantenimiento de Terrenos de Juego) se convierte entonces en la figura profesionalizada que, a través de sus conocimientos, experiencia y destrezas, comienza un asesoramiento (y una educación) en las necesidades de construcción y mantenimiento a los clubes, que empiezan a invertir de una manera certera en los campos como nunca antes se había hecho.

El groundsman también transmite necesidades a las industrias del sector, que a su vez ayudan al groundsman con nuevas técnicas, productos y tecnologías al servicio de una cada vez más técnica performance de los campos.

El groundsman también es la figura que, en nombre del club y con criterio técnico, delega o subcontrata construcciones o ciertos aspectos del mantenimiento a empresas de construcción y mantenimiento del sector.

Por lo tanto, pecaré de “groundsmancentrismo” situando al groundsman en el papel de figura central y fundamental en la profesionalización y garantía de la calidad continua de los terrenos de juego en el fútbol, con una responsabilidad muy importante en la re-educación en la gestión del uso de los campos con hierba natural a los cuerpos técnicos; también responsable de garantizar internamente la mejor orientación al club para realizar óptimas inversiones en materia de construcción y mantenimiento de sus superficies deportivas. Y, en virtud de esto último, selecciona con juicio y hace de enlace entre el club y el mercado de empresas e industrias del sector, que le brindan su valiosa ayuda.

Pienso que es un profesional esencial cuya presencia debería ser asegurada en cada club de fútbol profesional, como ocurre con otras figuras (Dir. de Seguridad, Dir. de Marketing, etc), pues donde es así, se ve una diferencia en la gestión de la calidad y  continuidad de los terrenos, y entiendo que es el futuro. En las ligas españolas queda recorrido por hacer en este sentido. Se debe trabajar en la divulgación de la profesión.

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¿Qué aspectos valoras más en el estado de mantenimiento de un campo?

Lo fundamental diría que es que el campo tenga una buena jugabilidad (firmeza, buena planimetría, resistencia rotacional, buena rodadura…) y que el jugador se sienta seguro jugando en él.

Pero dando por hechas las anteriores, en un plano más de mantenimiento, la característica a la que doy más importancia de un campo es que tenga siempre una buena conductividad hidráulica. Que sea y se mantenga perfectamente drenante; siempre “seco” en superficie. Campo que tenga agua en superficie durante el uso es un campo que “se va a romper”. Por lo tanto, mantener y construir buscando una buena percolación es mi máxima. Tener un perfil con una buena conductividad hidráulica va a hacer además que tengamos un suelo bien oxigenado para microorganismos y raíz, y por tanto una planta más sana y competitiva.

Por último, destacaría las más evidentes y sin embargo, por detrás de las anteriores: una buena cobertura y justa densidad, la ausencia de malas hierbas, por supuesto, y un buen color y marcado pondrían la guinda final a un buen campo. De más importantes a menos, las quiero todas.

 Así mismo, ¿Cuáles crees que son los más valorados por los jugadores de hoy en nuestro país?

Esta se responde rápido. En mi experiencia sólo hay una cosa que adoran y reclaman: que el campo esté rápido, o sea, que esté segado lo más corto posible y regado.

Añadiría que esté firme y bien micro nivelado, pero en esto no entran.

¿Cómo gestionas a tu equipo humano?

El fútbol, en cuanto a calendario y horarios para todos los empleados es un poco loco, pues se juega los fines de semana, o cualquier día de la semana y a diferentes horarios. Hay que preparar y reparar campos para partidos y entrenamientos a diario, e ir integrando las labores agrícolas necesarias sin interferir en la actividad del equipo ni viceversa. Cuando no tienes campos de sobra, como es nuestro caso por el momento, hay que hacer encaje de bolillos para gestionar que todo ajuste, y necesitas tener un equipo de operarios muy flexible.

En el Real Valladolid CF, tenemos 3 campos con el estadio y nuestra plantilla de operarios es propia del Club. Consta de 7 groundsmen en su mayoría experimentados, bien conjuntados y adaptados al estándar de calidad y la manera de trabajar que demando.

Para la gestión mensual, coordino un planning de todo el mes siguiente con los compañeros de RRHH del Club, basado en la programación de partidos de los diferentes equipos, con los días de trabajo, horario y descansos de cada empleado.

Semanalmente, elaboro un mapa aproximado de los trabajos que considero que debemos realizar en base a necesidades o programas, que luego adapto a los condicionantes de uso de los campos, clima, etc. Diariamente, reviso los campos y en base a su estado decido qué se les va a hacer al día siguiente. He constatado que programaciones a más tiempo no consiguen mejores resultados. Esto obliga a estar diariamente “encima” de los campos.

Cada jornada, se envía al móvil de cada empleado el planning de todas las tareas del día (generales y propias), de manera que sean todos conscientes de lo que se hace siempre en todos los campos. Intento transmitir a toda nuestra plantilla, el por qué detrás de todo lo que hacemos, creo que ese enriquecimiento les ayuda a disfrutar más de su trabajo, e influye en un mejor desempeño.  Con la ayuda de un asistente, figura de reciente creación, se coordina y fiscaliza la jornada de la plantilla.

¿En qué nivel situaría el mantenimiento de los campos españoles?

En España, hay ya un puñado de grandes profesionales muy capacitados, con un gran interés en mejorar, LaLiga apoyando con una sección de Calidad de los Terrenos de Juego, y se percibe un crecimiento en la profesionalización, aunque siento que queda mucho recorrido aún por hacer en la generalización de la profesionalización.

Pese a ello, creo que, salvo excepciones puntuales, debido a obras y extremos climáticos a los que estamos sometidos en España, el nivel, al menos en clubes de primera división y parte de la segunda es bastante alto, y así se nos valora en lo que he podido percibir fuera de nuestras fronteras.

Si se me pidiera una comparación, diría muy cerca del nivel de la primera liga del mundo en el país originario del fútbol y del mantenimiento de césped, la Premiere, que goza de unos presupuestos generalmente mucho mayores que los nuestros, también en el groundskeeping, y teniendo en cuenta que allí nuestra profesión tiene un largo recorrido ya.

Hablo de campos de estadio, en ciudades deportivas mi impresión, por lo que he podido conocer, es que los ingleses van muy por delante de la media española.

Con “LaLiga Impulso” (fondos CVC) de LaLiga se busca mejorar esta brecha.

Respecto al resto de grandes ligas europeas también en terrenos de juego de la primera, hay de todo, pero en general, me mojaría a decir que nos situaríamos ligeramente por encima de ellas… pero bueno, es sólo mi impresión subjetiva, quizá optimista.

En segunda división en lo general, hay mucho margen de mejora. Para arrancar, diría que la mayor parte de los clubes deberían normalizar el implementar la figura de un Groundsman y mejorar inversiones en los campos.

 ¿Cómo transmitirías a las nuevas generaciones esta profesión?

Un aspecto que me parece vital de tratar para incentivar la entrada y permanencia de nuevas generaciones en la profesionalización del mantenimiento en fútbol, es la definición de una serie de escalones profesionales desde la base hacia arriba de la pirámide que culminaría en la posición de Groundsmanager, de manera que los jóvenes tengan la posibilidad de “hacer carrera” y prosperar dentro de la plantilla, y dotar a esas posiciones de unos sueldos más competitivos que hagan que quieran permanecer en el sector y prosperar.

Esta profesión, bien entendida, es muy especializada desde la base, con una exigencia de élite, horarios muy flexibles y severos muchas veces, y no debería, como están actualmente por falta de recorrido, estar equiparados con convenios de profesiones a mi parecer mucho menos exigentes. Esto hace que, en muchos casos, el talento y la gente formada renuncie para desviarse a otras profesiones con más comodidad de horarios y/o mejor pagadas. Creo que hasta que no se trate este tema, no tendremos oferta de operarios profesionales con experiencia y recorrido.

Otra forma, con la que yo personalmente intento aportar a la profesión, si consigo sacar algo de tiempo, es hacer presente nuestra labor en las redes sociales.

Existen buenas herramientas y plataformas para crear fácilmente contenido y dar a conocer lo que hacemos: mostrando fotos de los trabajos,  de la belleza de nuestros campos o estadios desde nuestra perspectiva, videos editados realizando trabajos… La creatividad es infinita y, en mi experiencia, la respuesta es muy positiva por parte de los internautas propios y externos al sector. Suelen generar interés y curiosidad, así me lo hacen saber, preguntan y me animan a seguir compartiendo, muchos aficionados del club y gente que trabaja en otros clubes con pocos medios.

Creo que hay mucho desconocimiento de puertas hacia fuera sobre lo que hacemos, o cómo vivimos nuestro día a día, y a la vez bastante interés si lo muestras.

Ésta, creo que es una de las maneras de dar a conocer y crear atractivo para la profesión en jóvenes y no tanto, y hay formas muy dinámicas y creativas de mostrarlo de forma “cool” je, je, que lo es.

Paralela a la anterior, aprovechando “el tirón” que tiene el fútbol, otra forma de dar a conocer y por tanto transmitir nuestra profesión es la presencia de profesionales en el resto de medios: las entrevistas y reportajes en prensa especializada, generalista y deportiva son demandados y atractivos para prensa, incluida la de tirada nacional, necesitamos que los clubes permitan este tipo de apariciones de sus groundmen, y que más profesionales quieran exponer su labor en ellos, haciendo divulgación de la profesión.

Muchas gracias, Antonio y enhorabuena por tu premio.

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